foto plazadeportiva.com
«El club está a tiempo de rectificar y aún se le puede devolver con cariño todo lo que dio Baraja al Valencia.»
Albelda lleva toda la vida en el Valencia y se merece un homenaje. Fue estandarte de los títulos. Segundo jugador de la historia del club con más partidos en Champions. Uno de los punteros en cuanto a apariciones en Liga. Albelda somos nosotros, la forma de ser de los valencianos, volcada a futbolista para bien y para mal. Y repito, merece un homenaje. No retirar la camiseta y colgarla de tribuna, ni tampoco ser embalsamado a lo Chávez, pero merece un buen, gran y sincero homenaje. Como diría mi amigo Lázaro en uno de sus momentos de lucidez, eso es así y es una realidad. Y además es muy cierto.
El discreto reconocimiento al gran Baraja
Lo malo del tema es que ese gran homenaje lo tuvo que tener y no lo acabó teniendo Baraja. El Pipo recibió el cariño sincero y casi espontáneo de Mestalla, pero en un acto cutre por parte del club. Ubiquémonos. Primera semana de mayo de 2010, quedan dos partidos para acabar la temporada y Baraja ya había anunciado desde hace tiempo que esa iba a ser su última temporada, que no quería jugar más porque no se veía con otra camiseta que no fuera la del Valencia. Y faltando dos partidos (el equipo juega en Villarreal y acaba en casa contra el Tenerife) nadie, absolutamente nadie del club le había comentado a él nada de ningún homenaje. Precioso panorama.
foto VCF
Así las cosas es Fernando, entonces director deportivo, al que se le enciende la bombilla y llama a Baraja para tratar de hacer algo. Rubén está encantado y agradecido con la idea y no valora si es tarde o pronto cuando le llaman. Después van a jugar a Villarreal y allí es Llorente quien en el micro de Susana Remohí (y no en el de Marchante como dije antes, perdón por el olvido Susana!) dice que por supuesto se le hará un homenaje. Pero hete aquí que el presidente ni había hablado con Baraja, ni sabía que Fernando le había llamado y había quedado con él, ni antes de la pregunta de Susana se le había pasado por la cabeza el hacer un homenaje. Pero ahí está, atribuyéndose la gloria. La idea es mía. Supergestor me llaman. Yo. Yo. Yo y Yo.
Al final de la película le dan una plaquita, Parra grita un poco su nombre por megafonía y recibe aplausos de la grada. Y a casa a cenar. ¿Eso es un homenaje digno para el eterno 8? ¿Eso es respetar la historia del club como merece ser respetada, enseñando y mostrando los valores que todos los valencianistas quieren que sean representativos de su club? Eso no fue un homenaje señores, fue algo comparable a una tarta de chocolate de Ikea.
Los dos juntos, mejor
El club está a tiempo de rectificar y aún se le puede devolver con cariño todo lo que dio ese pedazo de futbolista al Valencia. Así que si me preguntan si quiero homenaje a Albelda siempre diré que sí, pero se me quedará la espina de ver como a uno le dispensan fanfarrias y al otro le regatean plaquitas. Lo que yo quisiera quizá es un imposible: me gustaría que los homenajeasen a los dos juntos. Creo que esto se debe a que no entiendo al uno sin el otro, Albelda-Baraja está en el imaginario valencianí como Tom y Jerry o Pixie y Dixie en el de los niños. Si Baraja sube, Albelda le cierra. Si Albelda protesta al árbitro, Baraja le defiende. El brazalete lo lleva uno o lo lleva el otro, da igual. Con esa imagen me gustaría quedarme de estos dos grandísimos centrocampistas de los que ha disfrutado el Valencia, juntos. Y sí, ya sé que no se llevan bien entre ellos, ahí no entro
foto lainformacion.com
chema mancha 