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«Machistas descamisados y sudor de licor, dirigentes groseros, això ho pague jo, ¿realmente son directivos de élite o son naranjeros?»
Mandamases apoltronados, folletines como la tele, informes escondidos adrede, socios maltratados, peticiones de ascenso por líos de faldas, apagar la luz para despedir al mileurista, viajes de turismo para buscar inversores fantasmas.
Paripés ordenados desde arriba, gestión de empresa de autobuses de los años sesenta, corbatas anudadas, llamadas mafiosas a buena gente, dan pena, circo máximo a ver quien más gana. 500.000€ a cambio de protección, fundaciones despreocupadas por ayudar, imputados que quieren figurar, alcornoques de profesión, los listos del barrio, hijos de emires sacados de la manga, un viejo nuevo estadio, una afición todavía más abandonada. Mestalla que se cae, un despacho presidencial impoluto y recién reformado, viajes en metro por Madrid de un presidente con sueldo millonario, Francia oh la lá Braulio ke ase.
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Canteranos desperdiciados, canteranos avasallados con portadas, entrenadores que no confían ni en los buenos ni en los ya defenestrados, 20 fichas del primer equipo y el resto de filial para que, por favor, no nos la metan doblada.
Extremos de lateral, laterales de central, mediapuntas de mediocentro defensivo, “vete ya” que saca de quicio a mi amigo. Oposición que les asusta más que ver a Dueñas desnudo, «abogados» denuncia-árbitros, ansiolíticos de primero y gritos de segundo, gente currante y honesta que sufre dentro del club la ira del sujeto de los cánticos.
Estirachaquetas con galones, incontables millones de euros jugando en el Málaga como las hadas, candidatos a presidir la Liga en sus sueños de mojar pantalones, leyendas olvidadas, pasado inexistente, artificios comunicativos, un entrenador coherente, renovaciones eternas que acabarán con un “yo de aquí me piro”. Opciones de entrenadores que se escapan, Jordi Alba vendido por 14 millones, las bandas de música como principal y única novedad que destaca en los últimos 20 años, por cierto puestas por un Roig que tenía dos cojones, descenso de ingresos por marketing, descenso de abonados, precios desorbitados.
La herencia recibida como la excusa manida, el hijo de Batiste y su sombra tan sombría, el patrimonio que dejó, el tigre que quiere volver y que siempre embastó. El sueldo de Nescafé de Llorente, el terrible ridículo de la Generalitat Valenciana, dinero público puesto en esto y tirado por la ventana cuando un juez dice que no se tenía que poner porque todo apesta a indecente. Machistas descamisados y sudor de licor, dirigentes groseros, això ho pague jo, ¿realmente son directivos de élite o son naranjeros?
Inútiles en la cresta, arriba, válidos abajo, jugadores fichados del Rayo, la entrega de Soldado, Valdez por Aduriz (vaya tela), siempre nos quedará Parejo, el fútbol de Banega, las estadísticas de Jonas y sobre Albelda un debate ya demasiado espeso. Grandes entrenadores en la escuela desmotivados con sueldos de risa, un club a la deriva, nadie que lo arregle, demasiados aprovechados en el pesebre.
Y a todo esto, Javier Gómez riéndose en su casa y contando los billetes como el tío Gilito. Pero voy a dejar de pensarlo, que me indigno.
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chema mancha 