El festival erótico de Djukic

 rombosEste artículo es sólo para mayores de 18 años

 

 

Quién sabe si que coincida la semana de la presentación de Djukic como nuevo entrenador del Valencia con la celebración del festival erótico en la ciudad o sólo es azar o es el destino. Algo o alguien ha querido que de repente todos los presagios sean positivos. No recordaba tamaña bukkake de ilusión valencianí desde los tiempos de Benítez.

 

Una frase suya, sólo una, la del gigante dormido, fue suficiente para provocar un squirt generalizado que salpicó más allá de la frontera de Requena (esa frontera impuesta por el llorentismo más sado para definir quién reconocía la gestión del ya ex dominatrix contable). Y lo mejor de todo es que Djukic se lo cree de verdad. Hace unos años, recién llegado de su gatillazo en el Mouscron belga, me contaba exactamente, punto por punto, el mismo discurso que ahora mantiene desde que es entrenador del Valencia: obligación de pelear por los títulos.

 

Ese discurso no es el mismo que tenía Pellegrino cuando llegó, un entrenador mucho más amateur. En términos pornográficos se puede asegurar que Miroslav tiene ya la sabiduría de una milf tras pasar por mil escenas hardcore. Una de ellas, la de Drenthe, fue la más sonada, pero otras, como la de Trezeguet, no son tan populares. Cuando Djuka empezó a palpar el vestuario del Hércules vio que aquello era un cachondeo, había muchos agujeros que tapar; Drenthe siempre tenía un entierro en Holanda al que acudir, si no era un tío era un abuelo (creo que se le murieron tres abuelas en tres meses), y eso se contagió al resto. Tanto que un día Trezeguet no fue a entrenar, así porque sí. Djukic preguntó y nadie le supo decir nada hasta que alguien le comentó que había hablado con él y que estaba enfermo. El serbio, que sabía que no había ido porque no le se salió de los huevos, pidió su número y le llamó. Trezeguet le confirmó su dolencia, pero Djukic le dijo: “A partir de ahora el médico soy yo y yo daré las bajas por enfermedad”. Ya no volvió a faltar más.

VALENCIA 12-13

foto sport 

Con Valverde asimilado ya como un buen polvo adolescente con un final demasiado abrupto (¿ya has acabado?, ¿en serio?) las cosas se le han puesto de cara al mariscal. Le queda mucho por demostrar pero ha empezado con un latigazo bien fuerte, de los que dejan marca. Ahora a trabajar y dejemos entre todos de hacerle felaciones escritas que tiene capacidad suficiente para poner al club donde merece. Que para felaciones ya tenemos este fin de semana el salón erótico en la Feria.

Acerca de chemamancha

periodista deportivo, actualmente en La Sexta y en Marca TV
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