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«Pude hablar con dos de los tres mandamases actuales del club y los dos coincidían en lo mismo sin haber hablado aún con él: lo hace para que le aumenten el contrato»
Soldado se va un momento y en la que se despista llega a casa y le han pintado el salón de fucsia y le han cambiado los muebles. Incluso han largado a su compañero de piso sin pedirle ninguna opinión. Y todo eso desde Estados Unidos mientras trata de triunfar de nueve en una selección que suele jugar sin nueve. Normal que esté nervioso. Los cambios producen cierta ansiedad si vienen impuestos y más si en ese momento te pillan fuera, que es cuando tiendes a ver rusos con metralletas escondidos por las esquinas.
En este contexto se mueven las declaraciones de Roberto del otro día, esas que han hecho daño a tanta gente. Es rara esa sensación con un puntito de traición por parte de un jugador que siente el escudo (de los pocos en esta plantilla), que ha jugado partidos enfermo, que no se salta ni un acto institucional ni no institucional (a diferencia de muchos otros) y que lo hace con gusto y una sonrisa en la cara. El pequeño desliz de una novia muy fiel Siempre parece más grave que si una novia muy suelta se come a lengüetazos con otro tío. Eso es así.
El mismo día de las declaraciones y posteriores rectificaciones pude hablar con dos de los tres mandamases actuales del club y los dos coincidían en lo mismo sin haber hablado aún con él: lo hace para que le aumenten el contrato, decían. Pues si es así separemos formas de fondo. ¿Merece un aumento de ficha?. Es la ficha más alta de la plantilla (1,8 millones de euros más 200.000 por incentivos) y le queda un rato largo de contrato. Pero esto es fútbol, con todas sus consecuencias, y no la obra, en la que todas las partes cumplen escrupulosamente todos los contratos firmados. Que los nuevos valoren si deben o no mejorarle el salario. Fuera lo harían, eso seguro, así que en su derecho está de pedir un aumento.
Y las formas, ay las formas (!), son equivocadas. Pero de eso se ha dado cuenta hasta él, por eso rectificó. A partir de ahí quien quiera lapidarle, que coja piedras. Yo no voy a hacerlo. 83 goles, compromiso total y un error en una rueda de prensa, para mi balance suficiente para decantarme.
Algunos le piden que sea tan decisivo como Kempes, letal como Romario, veloz como el Piojo y astuto como Villa. No es ninguno de ellos. Puede que queden lejos, o no. Pero Soldado es Soldado con todos sus puntos fuertes y sus puntos débiles. A mi me ha ganado con su profesionalidad. Y además a partir de ahora hereda dos cosas de Albelda: la capitanía del equipo y a los antialbeldistas. Para la capitanía lo veo muy preparado. Para lo otro tendrá que andarse con ojo, porque si quiere volver a amueblar la casa a su gusto tendrá que contar con ellos… y con el resto.
chema mancha 