Rufete Lannister

rufete«Con esas formas que le han perdido, hay cosas de él que sí me gustan. Toda esa libertad que exhibe para hacer su equipo de trabajo es atrayente, desprende un halo de seguridad infalible muy chulo»

Aquellos lectores menos (o nada) puestos en “Juego de tronos” el título de este artículo les parecerá una soplapollez. Lo entiendo. Pero aún así me arriesgo porque los que sí que la siguen verán que pocos apellidos encajan más con las últimas decisiones del nuevo responsable de la recién bautizada “Academia” que el de la familia villana de la serie.

Si a Rufete hubiera que ponerle una canción a su llegada a Paterna, sería Mein Teil de Rammstein. Y a su ritmo lo primero que ha hecho es no renovar a Paco López (a pesar del pacto ya cerrado que el ex del filial tenía con Braulio, director deportivo -¿?-) y cepillarse a Juan Sánchez sin tiempo siquiera a que nadie le dé la extremaunción. Rápido. ¡Chas!. Cabezas cortada y expuestas a la entrada de Desembarco del Rey. No me gusta la forma, tosca, desagradable y cruel para alguien que, bien o mal, siempre lo ha dejado todo por el club. El hombre de las mil paredes, su remate al primer palo, su gol contra el Leeds. Al final de la película es historia viva de este club y merecía más respeto aunque a Rufete no le gustase su forma de trabajar. A veces pienso que haría falta que viniese Benítez para ejercer de padre y darle una colleja: “¡Rufo, discúlpate con Juan, no lo trates así!”.

Pero con esas formas que le han perdido, hay cosas de él que sí me gustan. Toda esa libertad que exhibe para hacer su equipo de trabajo es atrayente, desprende un halo de seguridad infalible muy chulo. Como el malo de la peli que cae bien. Al fin y al cabo la responsabilidad será suya y si cree que Juan no le es válido, para qué aguantarlo. Y la faena que tiene por delante es hermosa, así que paso a recordar parte de la escabechina que ha provocado en la cantera los cuatro años de gestión de ese gran gestor llamado Manolo Llorente.

Llorente decidió colocar a un amigo suyo, Martín Vila, al frente de Paterna y relevar a Javier Cabello, hombre de la confianza de Fernando y que hasta ese momento estaba haciendo un buen trabajo. Además Llorente optó por recortar el gasto de la cantera a la mitad, de 9 a 4,5 millones de euros. Todo esto provocó cosas tan rocambolescas para una ciudad deportiva como que dejasen sólo dos preparadores físicos para todos los equipos; o que se prohibiese entrenar de noche para ahorrar en luz; o que no cobrase ningún entrenador de chavales; o que los residentes de la escuela pasasen de ser 35 a ser 18. Además, poco a poco se fue notando la mano de Martín Vila, sobre todo cuando irrumpía en los vestuarios a mitad de los partidos para hacer callar al entrenador de turno y dar él una charla al más puro estilo “vamos chavales, hay que echarle huevos!”. Ya ni hablamos de sistemas de juego comunes a todos o aplicación de alguna metodología científica. Eso era una quimera con el testicular Martín Vila al mando, el colega de Llorente.

Con todo esto el Valencia pasó de estar en inferiores por encima de todos sus rivales en la Comunidad Valenciana a ver como le superan Villarreal o Levante. Llorente intentó arreglar sobre la marcha el empastre llamando a Juan Sánchez y dándole más responsabilidad a Braulio. Pero ni así. Paterna era un erial.

Eso es lo que se encuentra Rufete. No me extraña que quiera rodearse de los suyos para reflotarlo. Pero que tampoco se pase de sanguinario, que unas buenas formas le dan más poder a un rey que las órdenes que da. Que le pregunte sino por eso a Tywin, el dulce abuelito de Joffrey Lannister. Él le podría dar grandes consejos como hacía con su nieto… si es que antes no le corta la cabeza.

PD: Me cojo vacaciones del blog hasta agosto. Que os vaya bien y que no se corten muchas cabezas… o sí!!

Acerca de chemamancha

periodista deportivo, actualmente en La Sexta y en Marca TV
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