El Principito, Llorente y su planeta

llorente-efe--644x362 «Un jueves entero buscando a catorce personas que le acompañaran en su huida hacia delante y en su despecho; le faltó proponérselo a la mascota del Valencia»

El Principito visita el planeta del hombre vanidoso. El hombre vanidoso era un personaje para quien todos los hombres eran admiradores. Tanto era así que cuando se encontró con el Principito intentó provocar que este golpeara sus manos, una contra otra. Y una vez lo había hecho el vanidoso le saludó levantando el sombrero.

Fue decir ayer Llorente: ”Voy a ser un poquito vanidoso” y venirme a la cabeza ese extracto del libro de Saint-Exupéry. La cohorte de estirachaquetas de la que se ha rodeado durante sus últimos años en el club no cejó en la determinación de sus aplausos hacia su benefactor. Y tantas eran las loas que al final Manolo se creyó el centro del universo valencianista, el Rey Sol de Valenciastán.

Quizá por eso se colgó ayer más medallas que Usain Bolt. Quizá por eso dijo que lo había hecho (sic) “de narices los últimos cuatro años”. Quizá por eso no fue capaz de contestar con concreción a la pregunta de Quique Pallás (TVE) para que nombrara algo que hubiera hecho mal en su mandato.

Podría hacer aquí un balance de la gestión de Llorente y enumerar los que a mi juicio son innumerables fracasos de su etapa: obras nuevo estadio, parcela Mestalla, refinanciación crédito, aval de la Fundación, descenso abonados, gestión deportiva mediocre, descenso ingresos por marketing, destrozo de Paterna… etc,etc, pero prefiero quedarme hoy con la reacción de Llorente persona.

El ya ex presidente se vio acorralado. La rueda de prensa de Varona el miércoles por la mañana fue tan contundente que pinchó su ego. Y lo apuntilló tanto que convocó consejo de urgencia por la tarde para proponer como patronos de la Fundación a García Moreno y Társilo Piles (!!!???!!!) entre otros.  Un jueves entero buscando a catorce personas que le acompañaran en su huida hacia delante y en su despecho; le faltó proponérselo a la mascota del Valencia. El orgullo herido del que fue y ya no será.

Se fue quedando solo, cada vez menos gente le daba palmadas en el hombro. Llamadas desde Presidencia y portadas muy contundentes le volvieron a mandar a la lona otra vez. Así que al final alguien medio cabal dejó de aplaudirle y le aconsejó dejar el cargo, algo que no ha conseguido Mestalla con sus seis cánticos de “vete ya”.

Pero ojo, mucho ojo. Llorente dimite del cargo de presidente pero se queda en el club como consejero. ¿Será esta una maniobra para que la junta de accionistas se vea obligada a determinar su despido y no perdonar así los más de 400.000 euros que le quedan de contrato?. Yo no escuché decirle que no los cobraría. Hagan apuestas.

“Tras cinco minutos aplaudiéndole sin sentido, el Principito le preguntó:

-Y ¡Qué hay que hacer para que el sombrero caiga?

Pero el vanidoso no le oyó. Los vanidosos no oyen sino las alabanzas.”

Ciao, Manolo. Que te vaya bien

Acerca de chemamancha

periodista deportivo, actualmente en La Sexta y en Marca TV
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