Querido Ernesto:

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«Te contarían algo de un chico extranjero pero que es medio valenciano… Ernesto, voy a ser muy sincero contigo: te he sido muy fiel durante todo este tiempo hasta que me diste las primeras largas»

Me acuerdo de aquella primera cita que tuvimos en Zaragoza, eras tan tímido pero a la vez tan decidido… Mi padrastro Manolo quiso que tú y yo sólo estuviésemos juntos seis meses, aún se sentía culpable por obligarme a salir con aquel argentino… Aunque te digo una cosa, el argentino no era malo conmigo, lo malo era los amigotes que iban con él. Pero eso es otra historia que te contaré si seguimos juntos.

Me dijiste que esta semana ya me habrías dicho algo y continúo esperándote. Piénsalo, tenemos que seguir juntos, Ernesto. No acostumbro a esperar, aunque yo por ti espero y desespero. Eso sí, como mucho al lunes. Y lo haré por noches como la del Málaga y tantas otras, porque tú y yo juntos siempre hemos dado la cara en situaciones adversas, porque gracias a estar contigo vuelvo a disfrutar del fútbol, eso que tanto me gusta. Porque creo que tenemos un gran futuro si vamos de la mano.

Sabes que soy muy popular en la ciudad, sabes que tengo muchos admiradores y que no tengo secretos para ellos. Hace poco hasta te compusieron una canción para que no me dejes. Y no creas que eso es fácil, Ernesto. Hace muchos años a un novio argentino que tuve le zarandearon el coche; a otro de familia de artistas le cantaban que se fuera y que era un aburrido; y ese novio vasco raro que tuve tanto tiempo y que hacía tantos aspavientos… mi padrastro me obligaba a salir con él pero nunca acabó de convencer a mi gente. Así que valora esos cánticos, por favor.

Y claro, Ernesto, tú me dirás que Rafa sí que fue querido y que aún guardo amor por él. No estés celoso, Ernesto. Te puedo prometer que si sigues conmigo esconderé todas las fotos de él que tengo en mi habitación. Sí, es verdad que le llamé, volví a caer, le tanteé por si tú me fallabas y podíamos retomar aquella relación. Pero me hizo la de siempre y se fue con una italiana. Otra vez más que no quiere saber nada de mi. Te juro Ernesto que si seguimos juntos eso será sólo pasado. Además, fíjate lo que ha engordado desde que ya no está conmigo, le está bien merecido.

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Sé que el otro día comiste con mi padrastro Manolo y el iaio Vicente. No te fíes de ellos. Seguramente te hablaron mal de mi, y tienes que saber algo: desde hace un tiempo ya no tengo nada que ver con ellos. Aún viven en mi casa, pero no por mucho tiempo. Me llevo muy mal con ellos, tanto que hasta vino el médico el otro día a hacerme una revisión y no le dejaron pasar. ¿Tú te crees? ¡!Si sólo querían saber si lo mío es grave!! En fin, que se les llena la boca diciendo que me quieren mucho pero hasta hace poco mi padrastro cogía de mi hucha del cuarto 400.000 euros todos los años. Así que, por favor, no hagas caso de lo que te dijeron el otro día en la comida.

Porque seguramente te contarían algo de un chico extranjero pero que es medio valenciano… Ernesto, voy a ser muy sincero contigo: te he sido muy fiel durante todo este tiempo hasta que me diste las primeras largas. Desde entonces flirteo ese chico, lo conozco desde hace mucho tiempo. Es agradable, educado y atractivo, y está dispuesto a dejar plantada a una de Valladolid y a una portuguesa por mi. Entiende que si me das largas yo tenga que buscarme la vida, así es el amor. A mi también me ha llegado que has ido a ligar a Bilbao y a Barcelona, y no te lo voy a echar en cara, de verdad. Me dará igual si al final estás conmigo, por todo lo que podemos llegar a conseguir juntos siempre serás mi Txingurri. Pero ojo, si me rechazas sólo diré que te quiero si es a punta de navaja. Que lo sepas.